Debido al COVID-19, no hay tráfico, no hay gente, y los comercios permanecen cerrados. Las calles están vacías y esto lo perciben los animales salvajes. Ciervos, mapaches, zorros, jabalíes y hasta osos pardos han aparecido en lugares a los que antes no solían acercarse. El oso que hay en la foto de arriba apareció en Asturias.
En Venecia, vemos como sus aguas ahora son claras y están llenas de peces, cangrejos y nuevas especies de plantas. También se han producido cambios en la vida de aquellos animales que viven en recintos cerrados, como zoológicos y acuarios. Un ejemplo, es la labor que realiza la Fundación CRAM de Barcelona, que ha compartido en directo la liberación al mar de la Tortuga Lia a través de Instagram Stories. Aquí dejo el enlace para que podáis ver el vídeo.