MIGUEL FERNÁNDEZ RIBAS, bailaor gitano, más conocido internacionalmente en la historia del arte del baile flamenco con el nombre artístico de EL YIYO, nació en Badalona, en el año de 1996, es la última revelación del arte flamenco. Con apenas 19 años y doce de trayectoria profesional, de él ya se ha dicho que es «el bailaor del futuro». Los halagos le llueven, y calificativos como «fenómeno» o «genio» no le son ajenos.
Miguel Fernández ese es el nombre que aparece en su DNI, aunque hace años que la familia se lo cambió por “Miguelillo”, y después por El Yiyo no recuerda el momento en que empezó a interesarse por el baile. Su sentimiento flamenco lleva con él desde la cuna. “Mi entorno siempre ha estado relacionado con este mundo”, cuenta. “En casa, mucho; fuera, en el barrio, también: yo bajaba a la calle y siempre había alguien haciendo un ritmo, bailando, celebrando algo con o sin motivo”, recuerda sonriente. “Y yo, que era muy pequeño, me impresionaba mucho con eso y tenía claro que quería formar parte de esa alegría”.
Miguelillo se convirtió en una máquina de taconeos, patadas y desplantes. Ya fue imposible
pararlo. A pesar de su corta edad, empezó a bailar en tablaos de manera profesional. “No cambiaría mi infancia por nada del mundo, me hubiera quedado así para siempre”, aclara. “Todo el mundo me cuidaba como si fuera de la familia, el ambiente con el grupo de baile era cálido, me llevaban como en una nube”.
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