La Cueva de la Rocío fue una de las primeras Zambras Gitanasen el barrio del Sacromonte, su historia se confunde con la historia de las Cuevas del Sacromonte Granada. Fundada por Don Andrés Maya Fajardo y Doña Rocío Fernández Bustamante en el año 1951, la cueva sigue bajo la dirección de la familia Maya, uno de los nombres más importantes del mundo del flamenco.
Durante todos estos años, la familia Maya ha conseguido conservar la autenticidad de la Zambra, tal y como se entendía antaño. Una fiesta flamenca que parte de la cultura de los gitanos del Sacromonte y se desarrolla en las cuevas donde se desenvolvía el día a día. Las zambras surgían en cualquier momento en las estancias compartidas de la cueva. De repente la familia confluía con su baile y cante flamenco que atraía a los que por allí pasaban. En breve, esta fiesta cotidiana estaba montada. Sin necesidad de organizarla, sin necesidad de un escenario, simplemente en corro y allí donde se encontraban.
Hoy en día y gracias a la dirección de Francisco Heredia Maya, uno de los hijos de Salvadora Maya, podemos seguir disfrutando de este auténtico espectáculo flamenco en las cuevas del Sacromonte Granada, donde los artistas bailan en el centro de la cueva mientras nosotros podemos presenciarlo sentados alrededor. Además de continuar con esta tradición, la familia Maya son un referente del arte flamenco, y Juan Andrés Maya, el director artístico de La Cueva de La Rocío, con todo su buen hacer nos deleita con sus coreografías manteniendo el sabor más tradicional y puro del baile flamenco. En el cuadro flamenco también cuenta con otros miembros de la familia Maya.
¡Hola! Soy Mónica y este es mi blog sobre flamenco, en él voy a poner información sobre su baile, cante y la guitarra, que es el principal instrumento de este estilo. He elegido hablar sobre este tema porque es el tipo de música que más me gusta desde pequeña y siempre lo escucho. He conocido este estilo gracias a mi abuelo, ya que siempre escuchábamos canciones juntos y veíamos programas en la tele relacionados con el cante y baile flamenco. ¡Espero que os guste mucho!
El tablao flamenco forma parte de este arte universal y, sin duda, es el lugar idóneo para disfrutar de unespectáculo flamencocon mayúsculas.
Es un local en el que se celebranshows flamencosy que poseen un ambiente con referencias a este arte andaluz, es decir, son lugares queconservan la tradición flamenca.
Se llama ‘tablao’ porque la tarima sobre la que actúan los artistas es de madera, un material que posee un sonido de calidad para el ‘zapateado’ y, además, ayuda a proteger las articulaciones de los bailaores.
En el tablao flamenco el baile y el cante se enlazan en perfecta armonía ofreciendo al público un flamenco en su estado más puro y auténtico. No en vano, estos espacios son conocidos también como ‘templos flamencos’, dada su contribución a la recuperación y mantenimiento de este arte andaluz a lo largo de su historia.
El flamenco es un arte de sentimientos, emociones que están latentes en las actuaciones de los artistas. Es durante la interpretación de un palo flamenco, cuando se crea una comunicación emocional que llega al espectador de una manera intensa e inigualable.
Solo si acudes a un tablao podrás sentir vibrar el escenario con un zapateao, contagiarte por el compás o sumergirte en lo más hondo del flamenco porque ver un espectáculo flamenco en directo facilita esa transmisión de la esencia del cante y del baile y, por tanto, es un arte que despierta los sentidos.
MIGUEL FERNÁNDEZ RIBAS, bailaor gitano, más conocido internacionalmente en la historia del arte del baile flamenco con el nombre artístico de EL YIYO, nació en Badalona, en el año de 1996, es la última revelación del arte flamenco. Con apenas 19 años y doce de trayectoria profesional, de él ya se ha dicho que es «el bailaor del futuro». Los halagos le llueven, y calificativos como «fenómeno» o «genio» no le son ajenos.
Miguel Fernández ese es el nombre que aparece en su DNI, aunque hace años que la familia se lo cambió por “Miguelillo”, y después por El Yiyo no recuerda el momento en que empezó a interesarse por el baile. Su sentimiento flamenco lleva con él desde la cuna. “Mi entorno siempre ha estado relacionado con este mundo”, cuenta. “En casa, mucho; fuera, en el barrio, también: yo bajaba a la calle y siempre había alguien haciendo un ritmo, bailando, celebrando algo con o sin motivo”, recuerda sonriente. “Y yo, que era muy pequeño, me impresionaba mucho con eso y tenía claro que quería formar parte de esa alegría”.
Miguelillo se convirtió en una máquina de taconeos, patadas y desplantes. Ya fue imposible pararlo. A pesar de su corta edad, empezó a bailar en tablaos de manera profesional. “No cambiaría mi infancia por nada del mundo, me hubiera quedado así para siempre”, aclara. “Todo el mundo me cuidaba como si fuera de la familia, el ambiente con el grupo de baile era cálido, me llevaban como en una nube”.
Tanto el baile como la música flamencos incluyen un grado alto de improvisación personal, que toma cuerpo a través de las expresiones espontáneas de las emociones del intérprete en cada momento de la interpretación.
Con el floreciente desarrollo de la música flamenca surgió la igualmente rápida evolución del baile flamenco, que apareció por primera vez de manera reconocible como una danza estructurada en el siglo XVIII.
El zapateado flamenco es una parte esencial del baile flamenco. En el flamenco el bailaor se convierte en músico. Su instrumento musical son sus pies con sus zapatos de flamenco.
El zapateado flamenco tiene una técnica de baile bien específica.
Esta técnica incluye numerosos principios de baile, desde la postura corporal y el dominio del compás de cada palo flamenco hasta la musicalidad, la fuerza y la velocidad.
La percusión del zapateado flamenco consiste de sonidos que se producen al golpear el suelo con los zapatos. Estos sonidos se logran con las diferentes partes de los zapatos flamencos: la planta, la punta y el tacón. El sonido de percusión se crea con la suela de los zapatos y los clavos que llevan los zapatos en la punta y el tacón.
Nació el 21 de diciembre de 1947 en Algeciras, Cádiz.
Hijo de Lucía Gomes Gonçalves «La Portuguesa» y Antonio Sánchez Pecino, aficionado a la guitarra. Hermano del cantaor Pepe de Lucía. "Mi padre se iba a buscar la vida por las noches a las fiestas y siempre amanecía en casa con flamencos; mi hermano Pepe y mi hermana María también desde chiquitos han estado vinculados a este mundo. Vivíamos en La Bajadilla, un barrio muy gitano, siempre había alguien en casa cantando o tocando".
Comenzó sus estudios de guitarra a los seis años. "A mi padre se lo debo todo pues me obligó a tocar desde niño cuando uno no tiene capacidad para decidir lo que quiere ser en la vida y necesitas a alguien que te empuje y te señale el camino.
Conoce a Camarón de la Isla y Paco de Lucía, recuerda aquella etapa como una de las más bonitas de su vida, "estábamos tocando y cantando a todas horas, noches enteras inventando cosas". Fue pareja artística con Camarón de la Isla, con quien firmó varios discos de notable éxito entre 1969 y 1979, marcando la historia del flamenco para siempre.
Abrió el flamenco a al jazz y el blues. Fue en el año 1973, con la rumba "Entre dos aguas" cuando apareció la línea divisoria entre un antes y un después de la guitarra flamenca.
Grabó bandas sonoras para el cine. El guitarrista fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2004. El 8 de mayo de 2010 es primer artista español investido doctor honoris causa por el Berklee College of Music, universidad de Boston (Massachusetts, EE UU).
En noviembre de 2012 fue galardonado con el segundo Grammy Latino de su carrera, tras obtener el galardón al mejor álbum de música flamenca por su disco En vivo conciertos España 2010. De Lucía, ya había ganado ese mismo galardón en 2004 por Cositas buenas.
Paco de Lucía falleció el 26 de febrero de 2014 en México. El artista se encontraba jugando con sus hijos en una playa en Cancún, donde poseía una casa, cuando se sintió súbitamente indispuesto muriendo de camino al hospital a causa de un infarto.
La guitarra o toque, además de acompañar el cante y el baile flamenco, es un instrumento que ha evolucionado en el tiempo, alcanzando en la década de los años 70 su máximo esplendor gracias a intérpretes como Paco de Lucía, maestro y referente para muchos guitarristas y artista venerado por los amantes del flamenco.
Los guitarristas flamencos, conocidos también como tocaores, al igual que otros artistas cuentan con técnicas propias en sus interpretaciones, algunas más evidentes que otras para el ojo del un aficionado. Si te fijas en intérprete de guitarra clásica y en uno de flamenco, la diferencia más llamativa es la postura. El tocaor de flamenco suele cruzar las piernas y apoyar la guitarra sobre la que está más elevada, mientras que el mástil lo mantiene posición casi horizontal con respecto al suelo.
En lo que se refiere al instrumento en sí, también existen diferencias y tiene características específicas. Las guitarras de flamenco son ligeras y suelen estar fabricadas con madera de ciprés, un material que otorga brillantez al sonido y se adapta muy bien a las características de este género musical. Además, cuenta una caja más estrecha para que la sonoridad sea menor y no eclipse la voz del cantaor.
El flamenco data del siglo XVIII, aunque sus primeros indicios se gestaron mucho antes. Esta expresión cultural nace a partir de la conjugación de elementos multiculturales que coincidieron en la España de la época. De esta forma las costumbres propias de Andalucía comenzaron a verse influenciadas en primer lugar por los gitanos y luego por judíos y musulmanes así como caribeños y africanos, que fueron pasando por estas tierras y dejando parte de su tradición cultural en la música.
De esta forma el sonido que hoy en día tiene el flamenco es el fruto de la influencia de cantos característicos de las sinagogas judías, cantos gregorianos, ritmos árabes y africanos, que se sumaron a los sonidos propios de Andalucía.
De igual forma los movimientos que hoy vemos en los “bailaores y bailaoras” derivaron de danzas tradicionales africanas, indias y españolas. Los movimientos de brazos, las pisadas fuertes y la intensidad y la pasión le caracterizan.
En cuanto al nombre, Flamenco, se tienen muchas teorías, ninguna de ellas ha podido comprobarse, sin embrago una de ellas predomina sobre las otras. Es la teoría que Blas Infante explica en su libro “Orígenes de lo flamenco”, donde asegura que el término puede provenir de la expresión de origen árabe-marroquí “fellah-mangu” que literalmente significa “campesino errante”. Otras teorías suponen que el término puede provenir de la asociación con el ave zancudo del mismo nombre; con una especie de cuchillo curvo llamado flamenco o porque era un mote que se le daba a los gitanos desde mucho antes.
Las que pudieron ser las primeras muestras del baile flamenco debieron surgir en dos diferentes instancias, la primera los bailes de calle que usaban los gitanos y gitanas para distraerse y compartir al ritmo de la música. La segunda las academias de bailes populares como boleros, zapateados o fandangos.
Con el surgimiento de los cafés cantantes llegaría la denominada “edad de oro del Flamenco”, estos eran escenarios nocturnos donde se presentaban los primeros bailaores y cantaores frente a espectadores que disfrutaban a la par que bebían algunas copas de licor. El auge de estos cafés propició la aparición de profesionales del flamenco, de donde surgieron los primeros nombres de cantaores como Fernando de Triana, Silverio Franconetti, y Juan Breva. Esta época permitió definir aún más lo que es el sonido flamenco que conocemos hoy día ya que permitió que gitanos y andaluces juntaran elementos de sus sonidos culturales, refinándolos.
Mucho tiempo después llegó un resurgimiento de flamenco. Para las primeras décadas del siglo XX comenzaron a popularizarse los grandes espectáculos flamencos, los cuales se realizaban en escenarios amplios como plazas de toros y grandes teatros, estos eran denominados por sus promotores como “operas flamencas”. Durante estos años se puede decir que el flamenco popularizado era menos fuerte que el “original”, es decir los sonidos se suavizaron de forma que se volviera más comercial, a fin de agradar a un mayor número de personas dentro y fuera de España.
Estrella Morente Carbonell nació en Granada en 1980, es hija del gran maestro Enrique Morente y de la bailaora Dolores Carbonell "La Pelota", nieta del guitarrista Montoyita y la bailaora Rosario y sus hermanos Soleá y José Enrique, también son cantaores. Se ha criado a la sombra de la Alhambra, del Sacromonte y Albaicín, escuchando los cantes de su padre y los bailes de su madre. Así que, con estos antecedentes, tenía que salir flamenca por fuerza. Lo hizo pronto, el debut de Estrella como cantante tuvo lugar, con tan sólo dieciséis años, en la Gala de presentación de los Campeonatos de Esquí Alpino de Sierra Nevada y a los diecisiete años ya estaba consolidada como figura. Es una admiradora acérrima de la Niña de los Peines, Camarón, Marchena, Vallejo y por supuesto su padre. El 14 de diciembre de 2001 contrajo matrimonio con el torero Javier Conde, en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias de Granada, y es madre de dos hijos, Curro y Estrella.
Ha participado en Festivales como el de Verano de Barcelona, el Internacional de Música y Danza de Granada, el de Otoño de Madrid y ha colaborado en giras con su padre. Con su primer disco, "Mi cante y un Poema", demostró que se encuadra dentro de la ortodoxia, llegando a dominar todos los palos del cante, seguiriyas, soleás, malagueñas y tarantas. Grandes acontecimientos han contado con su participación como la Clausura de la XII Bienal de Flamenco de Sevilla en el Auditorio de la Cartuja, además del Festival Internacional del Cante de la Minas, en La Unión, Sonidos del Mundo (Tudela) y el Festival La Mar de Músicas de Cartagena. Su voz encandiló en 2002 el VI Festival de la Luna Mora de Guaro, cerca de Málaga, ha iluminado el Palau de la Música Catalana durante la edición de 2003 del Festival de la Guitarra de Barcelona, y ha paseado su arte por los grandes escenarios de EEUU, Francia, Italia, Portugal, Noruega, Suecia, Holanda, Austria, Bélgica, Holanda, Suiza, Eslovenia, Cuba...
Entre otros trabajos hay que destacar su participación en bandas sonoras de películas tales como "Sobreviviré", con unas sevillanas, "Volver", de Pedro Almodóvar, con el tango del mismo nombre de Carlos Gardel, o Chico & Rita de Fernando Trueba en 2011. Además de sus apariciones en el rodaje de “MORENTE SUEÑA LA ALHAMBRA”, documental dirigido por José Sánchez Montes, y en las películas de Carlos Saura: "Iberia" (2005), "Flamenco, Flamenco" (2010) y "Guadalquivir" (2013), documental sobre naturaleza, en la que presta su voz en la narración y canta un tema.
Son muchos los galardones y reconocimientos que ha recibido en su trayectoria profesional. En 2001 fue nombrada Embajadora de Andalucía por el Instituto Andaluz de la Juventud. Ha ganado innumerables premios, entre los que se cuenta el Premio Ondas a la Mejor Creación Flamenca, la candidatura a los Grammy Latino y dos a los Premios Amigo. Su primer disco fue disco de platino y el segundo, de oro. En 2006 fue nominada para el Latin Grammy y ganadora el Premio de la Música 2006 por Mejor Álbum Flamenco, recibió además, la cotizada distinción de Micrófono de Oro, otorgado por la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España. A principios de 2008 recibe el Premio al Mejor Espectáculo en Directo, tras un sondeo a nivel internacional realizado por el periódico digital deflamenco.com, además del Premio “Flamenco Hoy” en su IX edición, por el mejor DVD flamenco para “Casacueva y Escenario”. En febrero de 2014 se le concede la Medalla de Andalucía.
José Monje Cruz nació el 5 de diciembre de 1950 y murió el 2 de julio de 1992 aquejado de una enfermedad pulmonar. A los ocho años ya cantaba de forma esporádica en la famosa Venta de Vargas, donde lo llevaba su hermano Manuel para que ganara algún dinerillo. Allí conoció a muchos flamencos y desde muy niño se hizo amigo del chiclanero Alonso Núñez Rancapino. Con doce años ya es un admirador ferviente de Manolo Caracol. Sin embargo, por esas fechas Camarón aún quiere ser torero, su gran vocación.
Entretanto, en 1963 viaja a la Feria de Abril junto a Paco Betordo y Rancapino para cantar en la caseta de la Venta de Vargas. Allí conoce a Lola Flores. Con sólo catorce años participa en la película de Rovira Beleta "El amor brujo", que estaba protagonizada por Antonio Gades. Y un año después inicia su andadura profesional en Málaga. Llega a uno de sus grandes momentos cuando con 16 años gana el primer premio del segundo grupo del IV Festival de Cante Jondo de Mairena del Alcor.
Camarón comienza a ganar fama. En 1968 entra en el cuadro titular del tablao Torres Bermejas, donde se relaciona con el guitarrista Antonio Arenas, que le graba su primer disco en 1969 y se lo lleva de gira por Venezuela. Sin embargo, lo más destacado en la biografía de Camarón por aquellos años es su encuentro con Paco de Lucía, un joven guitarrista de Algeciras con el que conformaría, seguro, la mejor pareja flamenca de mediados del siglo XX. La relación entre ambos se acrecienta y da como fruto un primer elepé titulado "Al verte las flores lloran", publicado en 1969. Al año siguiente Camarón hace una gira con la compañía de Juanito Valderrama junto a la Niña de la Puebla, la Niña de Antequera, Juan Habichuela y Dolores Abril. Y en 1971 edita dos nuevos discos junto a Paco: "Cada vez que nos miramos" y "Son tus ojos dos estrellas". En el 72 publica "Canastera" y abandona Torres Bermejas. Son años de prosperidad para el de la Isla. Sale "Caminito de Totana" (1973) y la Cátedra de Flamencología de Jerez lo premia en el 74, justo un año antes de la publicación de "Arte y majestad", un disco que comienza con unas bulerías dedicadas a Curro Romero. Se casa con Dolores Montoya la Chispa en 1976, año en que publica "Rosamaría" y es acompañado por primera vez de forma esporádica por Tomatito. Y así llega al final de su relación con Paco de Lucía, que entabla una frondosa carrera en solitario después de la edición de "Castillo de Arena" en el 77. Camarón se encontraba en pleno proceso de cambio. Ya había demostrado al mundo flamenco su rigor en el abordaje de la ortodoxia. Pero no se conformaba con esto, así que de la mano de Ricardo Pachón graba en 1979 "La leyenda del tiempo", un disco renovador en el que aparece ya como guitarrista José Fernández Torres, Tomatito. Su caché sube hasta el millón de pesetas en 1980, momento en el que entabla un mítico mano a mano con Enrique Morente.
A partir de aquí ya no para. Publica "Como el agua" (1981) y participa en decenas de festivales En los años sucesivos edita "Calle Real", "Viviré" y "Te lo dice Camarón". Se consolida en Francia a finales de los ochenta y en el 88 le canta a Curro Romero en una corrida organizada por la Asociación Tagore de Badajoz. Luego llegan "Soy gitano" y "Potro de Rabia y Miel" (1992), el que, a la postre, sería su último disco, publicado ya en los albores de su muerte. El 19 de marzo es ingresado en la clínica Quirón, donde se le diagnostica una fuerte neumonía. El dos de mayo se confirma que tiene un cáncer de pulmón irreversible que, definitivamente, le arranca la vida el dos de julio. Más de 100.000 personas se dieron cita en su entierro, cuando todavía no sabían que nueve años después, en el año 2000, la Junta de Andalucía le concedió la Llave de Oro del Cante a título póstumo, un galardón que ha generado mucha polémica, pero que se le otorga porque su voz permanece viva